fbpx

Diferencias entre cerámica de alta y baja temperatura

Ahora que ya conoces las diferencias entre arcilla, barro y cerámica, ¿Sabías que la temperatura a la que se cuece una pieza puede influir significativamente en su apariencia, resistencia y funcionalidad? En este artículo, exploraremos las diferencias entre la cerámica de alta y baja temperatura y cómo cada una afecta el resultado final de tus obras.

Cerámica de Baja Temperatura

La cerámica de baja temperatura se cuece a temperaturas que generalmente oscilan entre 800°C y 1100°C. Este rango es ideal para técnicas como la terracota y la loza. Las piezas cocidas a baja temperatura tienden a ser más porosas y menos resistentes que las de alta temperatura, pero ofrecen una serie de ventajas únicas:

Porosidad: Las cerámicas de baja temperatura son porosas, por lo que son un material perfecto si queremos hacer objetos que absorban humedad, como por ejemplo, para hacer maceteros, botijos o objetos de uso decorativo.
Colores Vibrantes: Las cerámicas de baja temperatura son perfectas para aplicar esmaltes coloridos. Estos esmaltes tienden a ser más brillantes y saturados, ya que se funden a temperaturas más bajas.
Más económicas: Por lo general, los materiales de baja temperatura son más económicos, además que cociendo a temperaturas más bajas se requiere menos energía, lo que puede ser una ventaja tanto económica como ambiental.
Cerámica de Alta Temperatura

Por otro lado, la cerámica de alta temperatura se cuece a temperaturas que van desde 1200°C hasta 1400°C. Este tipo de cerámica incluye materiales como la porcelana y el gres de alta temperatura. La cocción a altas temperaturas ofrece una serie de beneficios distintivos:

Resistencia y Durabilidad: Las piezas cocidas a alta temperatura son más densas y resistentes. La estructura del material se vuelve más fuerte, lo que resulta en piezas más duraderas.
Esmaltes y acabados especiales: A altas temperaturas, algunos esmaltes y acabados pueden crear efectos únicos, como el acabado de cuerda seca o el esmalte metálico, que no se logran a bajas temperaturas.
Menor porosidad: La cocción a alta temperatura reduce la porosidad del material, lo que hace que las piezas sean menos absorbentes y más impermeables a líquidos, ideal para la creación de objetos útiles y decorativos que deben soportar el uso constante. Por ello también es el material más recomendable para el uso en vajillas.
¿Cuál Elegir?

La elección entre alta y baja temperatura depende de tus objetivos y del tipo de pieza que deseas crear. Si buscas colores vibrantes y técnicas decorativas, la cerámica de baja temperatura podría ser tu mejor opción. Por otro lado, si prefieres piezas duraderas y resistentes o si vas a realizar piezas de vajilla y menaje, la cerámica de alta temperatura es el camino a seguir.

Ambos tipos de cerámica tienen su propio encanto y utilidad, y explorar ambos te permitirá descubrir nuevas posibilidades y técnicas en tu práctica cerámica. Así que, ¡anímate a experimentar y a encontrar el estilo que mejor se adapte a tu visión artística!

Espero que esta entrada te sea útil y te inspire a profundizar en el fascinante mundo de la cerámica. ¡Feliz creación!

Bárbara Crespo
Fundadora de Pizco, cerámica artesanal.

Encuéntrame en Redes Sociales

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×